Como todos los años, las hazañas de don Suero y sus amigos han vuelto a Hospital de Órbigo. Espadas, lanzas, caballos, jinetes engalanados, luchas por defender un amor que se tornaba imposible. Otra vez, los caballeros enamorados de lo imposible, las galanterías, los sueños desbordados, los caballos “tocando el tambor del llano”, el amor… siempre el amor. O era algo más?