Las cifras facilitadas por la Delegada del Gobierno en Castilla y León ponen de manifiesto el fracaso de las políticas en materia de Seguridad Vial.

Los muertos en la provincia de León por accidentes de tráfico pasan de 13 en 2017 a 21 en 2018, estas cifras constatan el fracaso de las políticas llevadas a cabo por la Administración, que ponen su énfasis más en la sanción que en la prevención y que a la vista está se han demostrado ineficaces.

AUGC siempre ha apostado por la prevención para la reducción de los siniestros y ello pasa inexorablemente por el aumento de la plantilla de los Guardias Civiles de Tráfico que en la actualidad ni siquiera cubre la plantilla prevista. Por el contrario la Administración ha optado por una política de sanción-recaudación bajo el mantra de “a más sanciones menos accidentes”, sembrando de radares las carreteras en detrimento del aumento de personal.

Sin duda los más de 200 Guardias Civiles en que se cifra el aumento de plantilla en León contribuiría con una mayor vigilancia de las carreteras al descenso de los accidentes de Tráfico.

Sin embargo la Agrupación de Tráfico, en su estrategia de suicidio, planea, al contrario, la supresión de algunas unidades de Tráfico, hace ya mucho tiempo que empezó una campaña de desprestigio y escasa atractividad para los Guardias Civiles: durante los meses estivales el horario aumenta hasta las 40 horas semanales ante la escasez de personal en las unidades de tráfico, recayendo en muchas ocasiones, en las unidades de Seguridad Ciudadana los cometidos de Tráfico, todo esto configura el escaso atractivo que para los Guardias Civiles tiene la especialidad de Tráfico puesto de manifiesto en la última convocatoria para realizar el curso que capacita para ocupar destino en unidades de Tráfico: se convocaron 150 plazas y solo se presentaron 95 aspirantes.