La falta de trabajo del Gobierno socialista con los proyectos ferroviarios de León ponen de manifiesto la paralización de proyectos en marcha

La vía estrecha y ancha sufren la parálisis, tanto en la provincia como en la ciudad

La infraestructura de vía estrecha, la falta de solución para adquirir los trenes TRAM, la paralización de las oficinas de Renfe y los edificios ruinosos de ADIF, centro de las preguntas

EL PP considera que el actual Gobierno socialista está poniendo en peligro los proyectos ferroviarios de León puestos en marcha por el anterior Gobierno, y los diputados nacionales por León, Eduardo Fernández y Carmen González Guinda, han presentado en el Congreso de los Diputados sendas preguntas en torno a las necesidades técnicas, normativa y reglamentación que permita desbloquear el servicio ferroviario entre la Asunción y la Estación de Matallana, y sobre la situación en la que se encuentra la compra de los trenes TRAM para esta línea FEVE.

Al desastre que supone el bloqueo a la apertura del tramo la Asunción-Estación de León, por parte del Ministerio de Fomento y de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (dependiente del propio Ministerio), se suma la falta de explicaciones por la situación de los trenes TRAM que deben funcionar por la línea de la mano de Renfe para recuperar pasajeros.

En los últimos días, además, se han paralizado las obras de las oficinas centrales de Renfe en el antiguo economato, obras  que suponían el asentamiento de León como centro del noroeste de la operadora ferroviaria. Está por tanto en riesgo una inversión de 2 millones de euros. Además, es visible el estado desastroso en que ha quedado su propio local y los perjuicios generados a los vecinos del barrio ferroviario, cuestiones que repercutirán en  los trabajadores que tendrán que seguir soportando estar dispersos por numerosas oficinas alquiladas.

Justo en el edificio de enfrente, responsabilidad de ADIF, muchos trabajadores padecen diariamente  el estado ruinoso del antiguo edificio del dormitorio, que pudiendo albergar nuevos puestos de trabajo y ser un edificio aprovechado referente de empleos ferroviarios, permanece en un pésimo estado y sin capacidad para poder atraer a León nuevas oficinas. Las cuatro plantas del edificio están apuntaladas, y el mal estado exterior del edificio y falta de accesibilidad, resulta intolerable para los trabajadores.

El mismo problema tiene el edificio posterior de mantenimiento de infraestructuras en el  que, a pesar de la promesa de rehabilitación, nada se ha realizado, presentando un estado también penoso.

Así las cosas, los leoneses están realmente indignados por el pésimo estado en el que se encuentran los servicios ferroviarios, consecuencia de no ser atendidos como se merecen por los responsables del nuevo Gobierno, que miran para otro lado mientras olvidando las reivindicaciones pasadas y trasladando a los viajeros y propios trabajadores del ferrocarril, su falta de apuesta por León.