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El sacrificio de Yiyo es una buena noticia para la ciudad pero enmascara la operación gatopardo municipal para mantener a PP y su muleta en el gobierno municipal

Ya digimos públicamente que el único valor del pleno extraordinario convocado ayer sería salir del mismo con el PP apartado de la alcaldía. Esto no ha ocurrido y el desarrollo de los acontecimientos nos recuerda demasiado a una coreografía, de quiebro y requiebro, en el que PP y Cs han coordinado un baile en forma de comisión de investigación, que les permite ganar tiempo hasta que la situación “se enfríe” y les permita culminar la sustitución de la trama enredadera por la operación gatopardo iniciada el día de ayer.

La comisión solo tiene fundamento si se analiza el sumario policial de 8.000 folios y se compara su contenido con documentación oficial municipal. Pero esto ya es una labor propia de la UDEF y el juez. Lo que debe dilucidarse en sede consistorial es la responsabilidad política de escuchar a Antonio Silván llamando a un empresario encarcelado para darle información en directo de una mesa de contratación. Cuando un cargo político actúa como recadero de un empresario que contrata con la institución que gestiona solo puede dimitir, y eso no es opinable, es un hecho.

Más lamentable es la posición de Ciudadanos, pringados por la trama corrupta más que nadie, hacen cualquier cosa con tal de conservar el chiringuito que se han montado en el ayuntamiento de León. Es un calculo electoral, para no diluirse en una nueva situación, e interés partidista, el PP ya conoce tanto del partido naranja como este del PP, el que lleva a conservar a Silván en la alcaldía sabiendo que la comisión de investigación en una perdida de tiempo. Eso y órdenes desde arriba, la corrupción es un asunto secundario en ciudadanos si la alternativa es compartir un gobierno con la pluralidad de las izquierdas o la UPL.

Por ahora hay que felicitar a ambos, la dimisión de López Benito tapa el verdadero contenido del pleno, el anuncio de una comisión de investigación permite alimentar el victimismo y justificará a los supuestos corruptos frente a “su parroquia” y además se gana tiempo para jugar con la memoria de las leonesas y leoneses. La maniobra ha sido de aplauso, la desgracia es que las consecuencias tendrá que pagarlas toda la ciudad. Gatopardismo en estado puro

Actúa León