El trabajo, realizado en colaboración con la Universidad y el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja, trata de limitar la contaminación en la industria alimentaria.

Cuatro investigadores del Departamento de Higiene y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de León-ULE, (Miguel Prieto Maradona, Ana Bernardo Álvarez, Montserrat González Raurich y Mercedes López Fernández), forman parte del equipo que está desarrollando el proyecto denominado ‘Recubrimientos antibiofilm plasma-polimerización atmosférica no-equilibrada para su utilización en la industria alimentaria’ (RAPANUI), en el que también participan investigadores del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de La Rioja-UR, (Fernando Alba y Alpha V. Pernía), y del Área de Microbiología Molecular del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja –CIBIR (María López).

El objetivo del proyecto de investigación RAPANUI, (que cuenta con un presupuesto de 193.600 euros financiados por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional), es lograr alimentos más seguros, a través de recubrimientos que limiten la persistencia de microorganismos alterantes y patógenos.

OBJETIVOS DEL PROYECTO RAPANUI

La persistencia microbiana representa una gran preocupación para la industria alimentaria, ya que las superficies y equipos de trabajo se colonizan por microorganismos patógenos capaces de formar estructuras en ‘biofilm’, difíciles de eliminar, y que pueden conducir a la contaminación cruzada de los alimentos. Este hecho supone importantes repercusiones para la salud y pérdidas económicas para los productores.

El objetivo general del Proyecto RAPANUI es desarrollar recubrimientos antibiofilm aplicados, mediante plasma-polimerización atmosférica no equilibrada, sobre superficies de trabajo y materiales comúnmente empleados en la industria alimentaria (por ejemplo, las bandejas usadas para la manipulación o empaquetado de los alimentos que consumimos a diario). Específicamente, los investigadores pretenden conocer los mecanismos, variables y valores óptimos para modificar las propiedades físico-químicas de dichas superficies de contacto de los alimentos evitando la permanencia de los microorganismos.

El resultado deseado es que dichos recubrimientos antibiofilm reduzcan la adhesión de microorganismos alterantes patógenos y, consecuentemente, la formación de biofilms. De esta manera se mejorará la limpieza y desinfección de equipos y superficies, limitando la contaminación cruzada y aumentado la vida útil e inocuidad de los alimentos. En definitiva, logrando alimentos más seguros.

Los investigadores de la UR, la ULE y el CIBIR van a trabajar con métodos apropiados para su empleo en la industria alimentaria, ya que son respetuosos con el medio ambiente, su coste es bajo, no generan resistencias microbianas y pueden emplearse para controlar la adhesión de varias especies y géneros bacterianos.

En concreto, los investigadores de la Universidad de La Rioja y del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja van a ensayar la técnica de deposición mediante plasma atmosférico no equilibrado; un método seco y de fácil control que evita alteraciones no deseadas.

Por su parte, en la Universidad de León van evaluar la efectividad del recubrimiento antibiofilm, su estabilidad funcional y posible toxicidad tanto en laboratorio como en planta piloto o industrial. Los materiales sobre los que se estudiará la efectividad antibiofilm de los recubrimientos serán láminas metálicas (incluyendo aceros inoxidables) y piezas impresas en 3D.

IMPORTANTE IMPACTO SOCIO ECONÓMICO

El Proyecto RAPANUI está alineado con la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación que, entre sus ocho grandes desafíos para el período 2013-2020, establece en segundo lugar la inocuidad y calidad de los alimentos. Los principales beneficiarios son autoridades sanitarias y de seguridad alimentaria, cuerpos reguladores, organismos de evaluación de riesgos, industrias agroalimentarias, industrias de materiales y, en definitiva, los consumidores de alimentos a nivel nacional e internacional.

Es importante destacar que España es el octavo exportador mundial de productos agroalimentarios y el cuarto de la Unión Europea. Su industria agroalimentaria está integrada por unas 29.000 empresas que emplean a más de dos millones de personas y generan el 8,9% del PIB, con ventas netas por un valor cercano a los 100.000 millones de euros anuales.

Los investigadores tienen previsto colaborar con empresas del sector agroalimentario, que ya han mostrado interés, a fin de lograr resultados transferibles, así como del ámbito de la biomedicina, dadas las posibilidades de los recubrimientos antibiofilm.

En el ámbito de la protección industrial el equipo investigador cuenta con la experiencia obtenida después la concesión de 17 patentes (cuatro de ellas en explotación y una de ellas, concedida en Japón y solicitada en EE UU y la Unión Europea).