La Consejería de Educación trabaja por implantar en todos los centros de Castilla y León, dentro de sus planes de convivencia, el modelo de prácticas restaurativas, como una estrategia de lucha contra el acoso escolar, con especial atención a la reeducación del alumnado agresor. Estas prácticas constituyen un conjunto de herramientas que permiten prevenir, detectar, gestionar y resolver las situaciones de conflicto para mejorar la convivencia y reforzar los vínculos afectivos entre las personas afectadas por estas situaciones. Se trata de un modelo que integra un enfoque proactivo, donde prima la actuación colectiva, iniciando proyectos de convivencia en los que participe y se implique todo el centro, al tiempo que, por otra parte, también incluye un enfoque reactivo dirigido a reparar el daño y a restaurar relaciones.

Desde hace un buen número de años la convivencia en la escuela se ha convertido en un foco de atención social y educativa. El amplio programa de actuaciones para su mejora, entre las que destacan la mediación escolar, la ayuda entre iguales u otros procedimientos de actuación se han consolidado como procedimientos efectivos. Sin embargo, la concepción de los conflictos educativos y la actuación frente a ellos mantienen, en gran medida, un tradicional enfoque punitivo. En ese marco, las prácticas restaurativas promueven un cambio en la cultura de la actuación ante el conflicto, como vía de ordenación de la convivencia en los centros; proponiendo e impulsando, más allá de la vía sancionadora, la reparación y la asunción de responsabilidad, no solo en relación con los hechos sino, muy especialmente, con respecto a la búsqueda de soluciones.

El punto de partida de las prácticas restaurativas en el ámbito escolar es que el alumnado será más feliz, más cooperativo, su rendimiento académico será mayor y tendrán más probabilidades de hacer cambios positivos en su comportamiento cuando aquellos que están en posiciones de autoridad hacen las cosas con ellos, en lugar de a o para ellos. El planteamiento va más allá del simple enfoque intervencionista para integrar los principios y valores restaurativos en los centros docentes, se trata de desarrollar un nuevo modelo relacional que implica un cambio de paradigma en el modelo de convivencia escolar.

Por ello, la Consejería de Educación abre, con su aplicación, la posibilidad de un nuevo modelo de lucha contra el acoso sobre el que articular la reeducación del alumnado acosador. Las prácticas restaurativas buscan mejorar la comprensión entre las partes, reparar y restablecer las relaciones, concediendo a las víctimas y al grupo un papel clave en la resolución del conflicto y centrándose en mejorar la situación y en los objetivos de futuro, más que en buscar culpables y culpabilidades en el pasado. Superar el modelo punitivo mediante un nuevo modelo de gestión de los conflictos implica un cambio más amplio ya que afecta a la mejora de otros procesos ya en funcionamiento, como los de mediación o acuerdo reeducativo, y que, en definitiva, pueden suponer un importante cambio de enfoque en materia de convivencia.

La convivencia escolar en Castilla y León

El Plan de convivencia escolar de Castilla y León y, en concreto, el Programa PAR (‘P’arar el acoso, ‘A’poyar a la víctima y ‘R’eeducar al agresor) de lucha contra el acoso escolar y por el buen trato, incorpora las prácticas restaurativas no solo como modelo de actuación para la mejora de la convivencia y la resolución de los conflictos sino como una estrategia de lucha contra el acoso, con especial atención a la reeducación del alumnado agresor. La lucha contra el acoso siempre ha sido una prioridad, ya que la persistencia y consecuencias que el acoso causa tanto en el plano individual, víctimas y agresores, como en el colectivo, han generado múltiples actuaciones y medidas.

En este marco, en el actual curso escolar, 2017-2018, se han iniciado el trabajo para implementar el modelo de prácticas restaurativas en Castilla y León. En una primera fase participan nueve centros docentes, uno de cada provincia, que constituyen un grupo inicial al que se le está facilitando los aspectos básicos para iniciar la implementación. Esta muestra de centros incluye alumnado de todas las etapas educativas ya que el modelo es válido para diferentes rangos de edad. Estos centros serán los que diseñarán sus propios proyectos-piloto que, tras la oportuna evaluación, darán paso a una posterior generalización del modelo y a su extensión a todos los centros de Castilla y León.

En este primer trimestre del curso, ya se han llevado a cabo dos jornadas de trabajo, una en octubre y otra en noviembre, con participación de profesorado de los centros seleccionados. En estas jornadas, además de sensibilizar sobre el modelo de prácticas restaurativas, se han trabajado sus aspectos teóricos y prácticos dirigidos a la elaboración de proyectos y posterior actuación con el alumnado. En ambas, se ha contado con la intervención como ponente de Vicenç Rullán, miembro de la Asociación Justicia y Práctica restaurativa de Baleares, psicólogo y profesor especialista en resolución de conflictos, con especial dedicación y experiencia en prácticas restaurativas, ámbito en el que viene impulsando diferentes proyectos.

Finalmente, tal y como presentó el consejero de Educación, Fernando Rey, ante los miembros del Observatorio de Castilla y León, en su sección de Convivencia Escolar, el pasado mes de diciembre, en el curso 2016-2017, se desarrollaron 9.707 actuaciones en los centros -conferencias, proyectos, charlas, actividades, etc.- dentro de Plan de Convivencia de Castilla y León y 248 alumnos y profesores participaron en los cursos de formación. No obstante, se produjeron incidencias en 650 centros de la Comunidad que implicaron a 8.463 alumnos. De ellos, 47 fueron casos confirmados de acoso y 82 de ciberacoso y 77 docentes requirieron de asistencia jurídica.

Asimismo, de acuerdo con el compromiso de legislatura de tolerancia cero al acoso e intimidación entre iguales en todas sus modalidades, también se han presentado dos nuevos protocolos de actuación en supuestos de posible acoso y de actuación en agresiones al personal docente y no docente. Además, se realizará una evaluación sobre los hábitos de uso y riesgos de Internet para tratar el ciberacoso y se continuará trabajando para el uso seguro de las TIC.