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La Comisión Permanente de la Sequía evalúa el aumento de entradas a los embalses, que han incrementado sus reservas en 63 hectómetros cúbicos desde primeros de mes

Los embalses de León son los más beneficiados por la entrada de agua: Barrios de Luna ha duplicado su volumen, mientras que las aportaciones del río Tuerto a Villameca conllevan medio hectómetro cúbico de ganancia

La Comisión Permanente de la Sequía de la cuenca del Duero se ha reunido hoy en la sede de la Confederación Hidrográfica del Duero, en Valladolid, para valorar el aumento del volumen de agua registrado en los embalses del Estado en la demarcación, cifrado en 63 hectómetros cúbicos gracias a las precipitaciones en forma de lluvia y nieve registradas durante los últimos diez días.

Este incremento del agua almacenada ha mejorado ligeramente la situación de los embalses de la cuenca del Duero gestionados por la Confederación, aunque todavía se encuentran muy alejados de los valores medios propios de la primera quincena de diciembre.

Durante la reunión, se ha destacado la mejora de los embalses de la provincia de León, concretamente de los sistemas Órbigo y Esla, así como el aumento del caudal del río Tuerto que ha permitido acumular medio hectómetro cúbico más en la presa de Villameca, de la que se abastece Astorga, mejorando las reservas para atender las demandas de consumo humano en los próximos meses.

Dentro del Sistema Órbigo, Barrios de Luna ha duplicado su volumen almacenado, al pasar de 13,8 a 27 hectómetros cúbicos, mientras que en el Esla se han producido ganancias notables en sus dos embalses: Riaño y Porma, que han incrementado sus reservas en 24,5 y 9,4 hectómetros cúbicos, respectivamente. Por tanto, los embalses de León han incrementado sus volúmenes en casi 48 hectómetros cúbicos en los últimos diez días.

Tibia mejora en los sistemas Carrión y Pisuerga

Por su parte, los sistemas Carrión y Pisuerga, en Palencia, experimentan también un aumento de reservas pero de manera más tibia. Así, en el Carrión, Compuerto y Camporredondo suman 6,3 hectómetros cúbicos más hasta alcanzar 23,1, en tanto que los embalses de Requejada, Cervera y Aguilar, en el sistema Pisuerga, registran una subida de 5,8 hectómetros cúbicos –contienen casi una treintena entre los tres-, de manera que la situación de ambas zonas sigue siendo delicada.

También se han observado mejoras muy discretas en todos los embalses del Estado en la cuenca del Duero desde primeros de mes, entre los que cabe resaltar Cuerda del Pozo (Soria), que gana casi dos hectómetros cúbicos al crecer el caudal de entrada del Duero hasta los 4,1 metros cúbicos por segundo.

En el extremo opuesto hay que citar Las Cogotas (Ávila), Úzquiza (Burgos) e

Irueña (Salamanca), que experimentan pequeños descensos por haber llovido menos en esas zonas, aun cuando se aprecia una clara mejora de los caudales de entrada en las últimas semanas.

Vigilancia y control

Además, los asistentes a la comisión de hoy han recordado que continúa la situación de déficit hídrico en la cuenca del Duero, si bien una pluviometría normal en los próximos cuatro meses –basada en los registros de entradas medias de las últimas décadas que no se están produciendo- dejaría los embalses en un estado aceptable de cara a la atención de las demandas a lo largo de 2018.

En este sentido, los integrantes de la comisión han acordado proponer al organismo de cuenca que en este próximo año se vigile con especial celo la normativa de control sobre el regadío mediante el uso de contadores, elementos indispensables para medir los consumos y evitar situaciones de abuso sobre el dominio público hidráulico y los recursos disponibles.

Por último, se ha fijado la próxima reunión para primeros de febrero, con el fin de disponer de los datos del informe de sequía del mes de enero.