En relación al documento de plurinacionalidad de Podemos Castilla y León publicado en su web, en el que se propone a nuestra Comunidad Autónoma como modelo de integración y convivencia no problemática de las diferencias, el CCM de Podemos León se ve en la necesidad de plantear las siguientes consideraciones:

En primer lugar estas declaraciones se producen sin el necesario debate sobre el problemático encaje de León en la comunidad, al menos donde éste debe darse, que es en León; En su lugar se plantea una imagen de la Comunidad Autónoma de Castilla y León como si la distribución territorial del poder político y la conformación de la demarcación “Castilla y León” no fuera objeto de relaciones de poder y no reflejase ya, de partida, la pesada herencia vertical y autoritaria de la transición y predominio de unos agentes sociales sobre otros.

Del mantenimiento de estas posiciones se trasluce el desconocimiento de la realidad social que solo se explican a través de la existencia de una fractura abierta entre la esfera político-representativa y el tejido social crítico y creemos que en Castilla y León este fenómeno es muy pronunciado. Echamos de menos en el texto al que aludimos el reconocimiento de la identidad territorial leonesa que se manifiesta en un sentimiento más difuso pero popular, transversal y extendido a toda la sociedad leonesa: la percepción de que la actual distribución territorial del poder político es injusta, opresiva y que determina la infrarrepresentación de León en el Estado. Este sentimiento viene refrendado por todas las consecuencias que repercuten en el ámbito de lo social: Despoblamiento, empobrecimiento, aislamiento, precariedad, abandono y destrucción del patrimonio cultural y etnolingüistico… que derivan de un modelo que en ningún caso podemos considerar ejemplo de coexistencia de identidades.

   Consideramos que el proceso de construcción de la comunidad autónoma de Castilla y León fue una imposición de las estructuras tardo-franquistas  para legitimar el proceso de transición política. Que es el paradigma de la denegación de un debate pendiente, como en tantos otros espacios opacados, vedados por el verticalismo antipopular y autoritario del 78. 

   Resulta paradójico considerar un ejemplo de plurinacionalidad el proceso de construcción de una autonomía durante todo el cual el Grupo Autonómico Leonés permaneció ilegalizado  hasta el año 1983, que se acordó en una reunión de diputados y senadores y que selló una comisión de tecnócratas de espaldas a la voluntad popular manifestada en las calles con contundencia.

La folklorización de los elementos del patrimonio cultural y la insistencia en diluir el problema de la identidad leonesa hablando de comarcas, así como circunscribir esta a la provincia equiparándola a otras  en un ejercicio de invisibilización, nos parecen formas de des-significar el problema y de ignorar un conflicto vigente actualmente en la sociedad leonesa.

 Consideramos primordial y necesario la apertura de un  Proceso Constituyente que al tiempo  recoja  la deuda histórica de España a la identidad leonesa a  llevar a cabo un referendum de Autonomía al que dentro del marco constitucional, tendría tanto derecho como otros territorios con la consideración de comunidades históricas.

Por lo tanto, apostamos decididamente por la reapertura de un debate pendiente a cerca de la integración de León en el Estado a través de la institución del derecho de autodeterminación y porque este debate se suscite allí donde se manifiesta el desacuerdo, esto es, en León. Consideramos que es una exigencia de radicalidad democrática que tenemos que empezar a hacer realidad aquí y ahora frente a la institucionalidad hegemónica.