El documento fue recuperado por  la Guardia Civil de Murcia en el marco de la operación “Sancho IV”, iniciada en diciembre de 2016.

El pergamino se hallaba en una librería-anticuario de Bilbao y estaba en paradero desconocido posiblemente desde el siglo XIX.

Con esta operación, se ha recuperado un documento original del Patrimonio Documental de Castilla y León y de titularidad pública.

La Guardia Civil ha entregado este viernes al Archivo Histórico Provincial de León, para su custodia, el documento que da testimonio de los privilegios otorgados por el rey de Castilla Sancho IV y su mujer, doña María de Molina, al concejo de Mansilla de las Mulas, fechado en 1293, y en paradero desconocido, posiblemente, desde el siglo XIX. El legajo pasará a formar parte de este Archivo.

El acto ha tenido lugar esta mañana en la Subdelegación del Gobierno en León, en presencia de la subdelegada, Teresa Mata, acompañada por el teniente coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de León, Julio Andrés Gutiérrez, el director del Archivo General de la Región de Murcia, Rafael Fresneda, el alcalde de Mansilla de las Mulas, José Luis Méndez, y los integrantes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Murcia, que fueron los encargados de entregar el citado documento a la Directora del Archivo Histórico Provincial de León, Eva Merino.

Como se ha explicado, el documento, guardado en una carpeta con el título “Privilegio rodado del Rey Sancho IV y doña María de Molina, confirmando las mercedes otorgadas al concejo de Mansillas de las Mulas” y fechado en 1293, es un pergamino de 624 x 603 mm. Está escrito por ambas caras, pero su actual estado impide la lectura, aunque aún conserva el sello real en forma de rueda y la plica con restos de los hilos de hilo de seda que servían de sujeción al sello. Su desaparición, posiblemente en el siglo XIX, coincide con el Decreto que permitía la venta de legajos y documentos públicos.

Las indagaciones se inciaron al tener constancia la Guardia Civil, a través de un universitario murciano, quien se fijó en el objeto expuesto, intuyó su autenticidad e inició un procedimiento judicial en el Juzgado de Instrucción número tres de la capital leonesa. Este juzgado dirigió la investigación y ordenó su depósito, primero en el Archivo General de la Región de Murcia y posteriormente su traslado y entrega al Archivo Histórico Provincial de León.

Durante su estancia en el Archivo Regional de Murcia se procedió a su autentificación, operación en la que también trabajó la directora del Archivo Histórico de León, Eva Merino.