En Castilla y León se llevaran a cabo más de 2.000 pruebas diarias de alcohol y drogas

En 2016 más de 100.000 conductores dieron positivo en los controles de alcohol y otras drogas realizados por la ATGC. En Castilla y León en el mismo período más de 8.000 conductores dieron positivo.

En España, doce de cada cien conductores conduce después de consumir alguna sustancia psicoactiva

A nivel nacional, 43% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico y analizados por el Instituto Nacional de Toxicología tenían presencia en sangre de alcohol, drogas o psicofármacos.

En peatones ese porcentaje fue del 46%

Desde hoy lunes y hasta el próximo domingo 11 de junio, la Dirección General de Tráfico pone en marcha una campaña especial de intensificación de la vigilancia y concienciación sobre el riesgo que supone el consumo de sustancias psicoactivas y la conducción.

Durante esta semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) intensificarán los controles sobre este factor de riesgo causante de casi un tercio de los accidentes mortales. Para ello, se establecerán diferentes puntos de control en todo tipo de carreteras y a cualquier hora del día, donde se realizarán más de 25.000 pruebas diarias de alcoholemia y drogas a los conductores que circulen por ellas. En Castilla y León se realizarán más de 2.000 pruebas diarias de alcoholemia y drogas.

Según Gregorio Serrano, director general de Tráfico,” el objetivo de la campaña es concienciar a los conductores que el binomio alcohol o drogas y conducción son dos acciones incompatibles que en numerosas ocasiones son sinónimo de muerte. Para ello, combinaremos los mensajes informativos a través de las redes sociales y página web, con los controles que llevarán a cabo los agentes a pie de carretera, poniendo un énfasis especial en los colectivos poli consumidores, que son aquellos conductores que se ponen al volante y que consumen habitualmente alcohol o diferentes drogas”.

Entre los objetivos propuestos por la DGT para este año en materia de alcohol y otras drogas está la de mantener en 5 millones las pruebas de detección de alcohol e incrementar en 35.000 pruebas de drogas más a las realizadas el pasado año, de modo que se efectúen al menos 100.000 test de detección de dichas sustancias.

Con el objetivo de disuadir el consumo de las mismas durante la conducción en todo tipo de vías, Tráfico ha invitado a los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes para que se sumen a la campaña, con el establecimiento de controles en sus respectivos cascos urbanos.

DE LAS ESTADÍSTICAS…. A LA REALIDAD

  • El 25% de las muertes en carretera en Europa están relacionadas con el alcohol, mientras que sólo el 1% del total de kilómetros recorridos son conducidos por personas con 0,5gr/l o más de alcohol en sangre, según el Observatorio Europeo de Seguridad Vial (ERSO)
  • El Estudio de prevalencia de sustancias psicoactivas en conductores (EDAP) realizado en 2015 por la DGT constata que 12 de cada 100 conductores circulan tras haber ingerido drogas y/o alcohol.
  • En 2016, más de 100.000 conductores dieron positivo en los controles de alcohol y otras drogas que los agentes de la ATGC realizaron en vías interurbanas. A estas cifras hay que sumar la de los controles que realizan las distintas policías locales y autonómicas en su ámbito de actuación. En Castilla y León, más de 8.000 conductores dieron positivo en los controles de alcohol y otras drogas realizados por la ATGC.
  • El alcohol y las otras drogas no solo están relacionados con una mayor accidentalidad, sino que también suponen una mayor mortalidad y lesiones más severas.
  • Según la memoria anual del Instituto Nacional de Toxicología, el 43 % (275) de los 638 conductores fallecidos y analizados por dicho organismo tenían presencia en sangre de alcohol, drogas o psicofármacos. En el caso de los peatones analizados (179), este porcentaje asciende al 46 % (83)

¿QUÉ DICE LA LEY?

  • Vía administrativa: La Ley de Seguridad fija las tasas máximas de alcohol permitidas para los conductores. Así como la prohibición de conducir con presencia de drogas en el organismo.