Saguntino y Fuenlabrada nos hicieron activar la parte nostálgica de nuestro cerebro. La final se convirtió en el día perfecto para llevar a los chavales al fútbol, para enganchar a la poca gente que todavía no lo está, para disfrutar como hace mucho no se hacía, de un juego, un simple juego llamado fútbol.

El fútbol modesto seguirá sin ser visto con buenos ojos. Cada vez que en un informativo aparece alguna noticia relacionada con la segunda división b y con categorías de más abajo, es para sacar alguna pelea o trifulca en las gradas. Lamentablemente, a muy pocos les interesa este deporte si no se trata de Real Madrid o Barcelona.

El Atlético Saguntino y el Club de Fútbol Fuenlabrada demostraron que todavía se puede disputar una final sin rencillas, sin odio y disfrutando del juego, con alma. Dos aficiones hermanadas, Kirikos vs Romanos, animando sin parar a sus dos razones de vivir. Familias enteras disfrutando de este deporte llamado fútbol.

Nos habíamos olvidado de lo que era esto, un simple juego, maravilloso, pero simplemente un juego. Los valencianos fueron superiores, mucho, ante un Fuenlabrada que nunca encontró su fútbol en un campo pequeño y con una afición envidiable.

A pesar de la derrota, el centenar de kirikos desplazados a tierras levantinas acabaron siendo arropados por toda la afición blaugrana, que se fueron a animarles en el momento más difícil, cuando sonaba el silbatazo final. Ejemplo de deportividad y señorío, de saber ver un partido de este juego, de disfrutar con todo lo que conlleva. 

Todo esto que contamos no debería ser noticia, aunque desgraciadamente lo es. El fútbol actual carece de ese hermanamiento, de ese ir a pasarlo bien, de ese gusto por pisar una cancha para ver fútbol.

 Eso es el fútbol, un divertimento en desuso. La histórica finalísima de la Copa Federación ha servido para acercarnos a aquellos tiempos donde todavía quedaba algo de pureza. El Saguntino, recién ascendido a segunda B por primera vez en su historia, se alzó con el trofeo merecidamente, y dejó a la comunidad de Madrid sin el título que le falta. Aunque, para ser sinceros, el premio a la deportividad, al juego limpio, a la batalla desde el corazón, se lo llevan ambos equipos y sus respectivas hinchadas. Un ejemplo a seguir, aunque esto no saldrá en las noticias. 

Con este entusiasmo, desde aquí quiero agradecer a todo el Atlético Saguntino y al Fuenlabrada por todas las facilidades dadas en uno y otro campo y por ofrecernos una final digna de un torneo mayor que la Copa Federación. Enhorabuena ‘Romanos’, enhorabuena ‘Kirikos’. Amigos para siempre. 

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91

Fotografías: Juan Lorenzana Prieto @juanlp91