El Real Madrid no tiene piedad del Granada y solventa el encuentro con una media hora brillante. A partir de ahí, a otra cosa, mariposa

Cristiano Ronaldo volvía al once inicial y, fruto de ello, pudo ofrecer su reciente cuarto Balón de Oro a su afición. Esta le recibió con un impresionante mosaico dorado para homenajearle. 

El Real Madrid solventó el trámite ante el Granada por la vía rápida. En apenas 31 minutos, ya ganaba por 4-0. Isco, con un doblete, Benzema y Cristiano se encargaron de liquidar el choque. La buena presión arriba hizo que Isco se plantara sólo ante Ochoa y le batiera por bajo. Karim fue el siguiente. Tras un rechace pésimo del mexicano, el francés sólo tuvo que empujarla. Marcelo, continuamente deleitando a la grada, se fabricó una jugada que terminó en un balón medido a la cabeza de Cristiano para el 3-0. Modric se la puso al malagueño para el cuarto. El Bernabéu era una fiesta en lo que era un entrenamiento con público para el Madrid. No había rival ni se le esperaba. Pudieron caer todavía más en los primeros cuarenta y cinco minutos.

Los blancos continuaban gustándose y buscando más. James entró por Kroos en el descanso y acto seguido lo hizo Asensio por Isco, que recibió la ovación. Modric repartió el regalo para el quinto, obra de Casemiro entrando al segundo palo. Zidane se permitió el lujo de poner a Fabio Coentrao. El lateral portugués sustituyó a Marcelo, que cumplía diez años desde su llegada al club de la Castellana. No hubo mucho más. Como el día de puertas abiertas, el público disfrutó de sus jugadores, que ganaron ante un equipo inoperante y sin alma.

39. Ese el número de partidos que lleva el conjunto de Zidane sin perder. Suma y sigue. Hoy no hubo rival, aunque el Madrid salió enchufado desde el primer minuto. Goleada en homenaje al Balón de Oro. 

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91

Fotografías: Federico Titone