Los científicos percibieron rápidamente que se trataba de algo excepcional: una galaxia como ninguna otra conocida.
Y es que esta estructura descubierta por expertos de Estados Unidos no tiene la forma habitual espiral y elíptica de otras galaxias, como la Vía Láctea.
En lugar de ello, la impactante comunidad de miles de millones de estrellas pertenece al tipo de galaxias conocidas como Hoag, que tienen un núcleo circular rodeado por un anillo circular sin nada visible que conecte ambas partes.
Y algo aún más extraño en este caso es que los astrónomos detectaron, además del anillo exterior, otro anillo interior más antiguo y más difuso.
El nombre de la galaxia es PGC 1000714 y está a unos 359 millones de años luz de la Tierra.
Sólo puede observarse con facilidad desde el hemisferio sur, con los grandes telescopios en las montañas de Chile.
La extraordinaria PGC 1000714 con sus edades diferentes puede ayudar a comprender cómo se formaron y evolucionaron algunas de las galaxias más inusuales del Universo.
Extrañas galaxias
El descubrimiento fue realizado por astrofísicos de la Universidad de Minnesota Duluth y del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte.
“Menos del 0,1% de todas las galaxias observadas son de tipo Hoag”, señaló la autora principal del estudio, Burcin Mutlu-Pakdil, del Instituto de Astrofísica de la Universidad de Minnesota.
El nombre “Hoag” es una referencia al astrónomo estadounidense Arthur Allen Hoag, quien descubrió en 1950 el llamado objeto Hoag, una galaxia atípica en forma de anillo compuesta por unos 8 mil millones de estrellas.
Las galaxias con formas poco habituales dan a los astrónomos un conocimiento excepcional.
Los astrofísicos ya habían observado galaxias con un anillo azul alrededor de un cuerpo central rojo.
“Sin embargo, en este caso, la característica única de esta galaxia es que parece existir otro anillo rojo difuso interior alrededor del cuerpo central”, explicó Patrick Treauthardt del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte, otro de los autores del estudio publicado online en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
El color de la luz que emite una estrella está relacionado con su edad.
Las estrellas emiten colores en muchas longitudes de onda diferentes, y la luz está relacionada con la temperatura.
Cuanto mayor sea la temperatura, la luz es más azul. Cuanto menor sea la temperatura, será más roja. Cuando una estrella es muy joven su temperatura es muy elevada y su color, dentro del espectro de luz visible es entre azul y morado
Joven y vieja
Los diferentes colores de los anillos interno y externo sugieren que la galaxia experimentó dos períodos diferentes de formación.
El anillo exterior azul es relativamente joven y tiene 0,13 mil millones de años, mientras que el cuerpo central es rojo y tiene una antigüedad de 5,5 mil millones de años.
Los astrónomos especulan que el anillo exterior puede ser resultado de la incorporación de trozos de una galaxia enana cercana y rica en gas.
“Siempre que encontramos un objeto único o extraño para estudiar desafía nuestras actuales teorías e hipótesis sobre cómo funciona el Universo”, señaló Treuthardt.
“Ésto nos dice que aún tenemos muchas cosas que aprender”.
Y el entusiasmo de la joven astrofísica Burcin Mutlu-Pakdil es palpable es sus declaraciones a la prensa.
“Siempre oyes hablar de gente que descubre algo único y sabes con certeza que el Universo está lleno de misterio. Ser parte de ese misterio para mí es emocionante”.
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