Izquierda Unida Provincial propone, que igual que Valencia o Pamplona están implantando máquinas de reciclaje y el usuario recibe 10 céntimos por envase que depositan o tickets de descuentos para realizar compras en los centros donde se instalan, se empiece por implantar también en los núcleos urbanos más importantes de nuestra provincia este sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR), con estas máquinas de retorno para envases.

Este sistema ayudará a mejorar la participación ciudadana en la gestión de los residuos de envases, reducirá los impuestos destinados a la recogida de basuras, la contaminación disminuirá y se crearán puestos de trabajo para el funcionamiento de este sistema.

Es un sistema complementario a la gestión de la basura. Se trata de recuperar un sistema que ya tuvimos hace años, en el que la persona usuaria deposita los envases vacíos en un contenedor y cambio recibe una pequeña cantidad de dinero.

Entendemos desde Izquierda Unida que la sostenibilidad del medio ambiente no es una opción, es el camino necesario e imprescindible en nuestra sociedad si queremos que las futuras generaciones puedan heredar un mundo habitable. Esta opción supone un ejercicio de responsabilidad tanto política, como social y personal.

Actualmente la humanidad consumimos más recursos de los que realmente tenemos y vertemos más residuos de los que nuestro medio ambiente puede asimilar, con un alto coste económico que tenemos que sufragar.

Sistema complementario de retorno de envases

El sistema de retorno de envases, en el que al usuario se le devuelve una cantidad de dinero al entregar su envase vacío, se está utilizando desde hace años en países como Alemania, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Holanda, Estonia, Croacia o Islandia.

Izquierda Unida considera que la implantación de este sistema complementario al actual, es otra manera de reciclar más justa, ecoeficiente y económica. Se trata de incidir más en la reutilización y no sólo en el reciclado.

Porque, el problema de fondo es que, actualmente, sólo el 30% de los envases se recicla. Si el consumo de envases ligeros se ha triplicado en los últimos años, solo se recicla menos de la quinta parte.

Retorno con una eficiencia del 98% y mayor calidad

Hace 40 años, devolvíamos las botellas para aprovecharlas de nuevo. Este hábito ecológico podría recuperarse si se pone en marcha este Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR). Alemania lo implantó en 2003 y ha conseguido reciclar el 98,5% de latas y botellas de plástico.

Promoverlo mediante descuentos en el producto, u otras formas de abono, como la acumulación de puntos para obtener entradas de cine, como sucede en la la mancomunidad de Pamplona o ahora en Valencia, es algo que tiene muy buena acogida y garantiza que se reciclen y reutilicen un mayor número de envases.

Este sistema alcanza unos índices de recuperación del 98% mediante la reutilización de los envases, lo cual es un porcentaje muy superior al que se alcanza con el sistema actual de recogida y separación con contenedores en la calle, donde los datos oficiales que hay a nivel nacional indican que se separa el 66% de los materiales.

Además, este modelo supone un reciclaje de calidad y de mayor pureza, al no juntarse con basura. Con el beneficio añadido que supone limpiar nuestras ciudades y campos de residuos, produciendo nuevos envases con menor coste energético y ambiental.

Máquinas de recogida automática

La implantación de estas máquinas de recogida automática, de la devolución de envases, facilitarían el uso de envases reutilizables, sobre todo en el caso del vidrio y el PET (el tipo de plástico más usado en envases de bebidas). La inclusión en fases posteriores de envases reutilizables en el sistema de depósito lo haría aún más eficiente, reduciendo los impactos ambientales asociados a la gestión y disminuyendo el consumo de materiales. Una botella de vidrio puede reutilizarse hasta 70 veces y una de PET hasta 15 veces.

Este proceso haría efectiva igualmente la aplicación del principio de responsabilidad del productor en la gestión de los residuos. En la actualidad, una importante cantidad de envases quedan fuera de los circuitos de recogida de los sistemas integrados de gestión y, por tanto, no pagan por ella. Se evitaría así que sean las administraciones públicas quienes se hagan cargo de los costes de su gestión.

Éxito en donde se ha implantado

En todos los países donde se ha implantado es un éxito: éxito económico porque dejamos de despilfarrar recursos; éxito social porque crea numerosos puestos de trabajo verdes remunerados por el alto valor de los materiales recuperados. Y éxito ambiental, porque todo lo que gestiona deja de ir al medio ambiente, a las incineradoras y vertederos, y porque reduce la necesidad de extracción de materia prima.

Trece años después de la inclusión del sistema SDDR en Alemania, uno de sus efectos más impactantes es que las latas y botellas tiradas en el suelo desaparecen de golpe de las calles o espacios públicos. Lo que antes era basura, se convierte en un objeto de valor porque se cambia ahora por dinero. Pues instalan inicialmente máquinas de recuperación de envases, para que quienes lleven sus envases de bebidas (latas y botellas de plástico de hasta dos litros) y los metan en la máquina, reciban una cantidad por ello (5 o 10 céntimos de euro por cada uno, según lo que se decida).

Las tres r de la provincia ecoeficiente

De las tres ‘r’ (reducir, reutilizar y reciclar) nos hemos centrado exclusivamente en la última, en lugar de promover un modelo que fomentara los tres pilares para solucionar el problema de los residuos. El SDDR es un sistema al que hay que encaminarse y, mientras, aumentar al máximo la separación de materiales en la provincia, ya que al mismo tiempo que supone ventajas medioambientales, de menor consumo de materiales, supondría aumentar la recaudación de las zonas donde se implantara.

En definitiva, Izquierda Unida apuesta por una provincia más ecoeficiente y medioambientalmente sostenible.

Eloina Terrón Bañuelos