Zidane festejó su aniversario de la mejor manera.James apareció con un doblete para encarrilar la eliminatoria. 3-0 en un gran partido de la línea «secundaria» del Real Madrid. El Sevilla de Sampaoli no se pareció en nada a lo que estábamos acostumbrados

Vibraba el partido. Se esperaba esto, un duelo de poder a poder, pero teniendo en cuenta de que era un partido de ida. El Sevilla salió a morder y tuvo la primera en Correa. La iniciativa la llevaba el conjunto de Zidane, sabedor que no debía de encajar y que debía anotar para que los andaluces no se encerraran demasiado atrás. James evitó esto. El colombiano sacó un misil teledirigido imparable para Sergio Rico pasado el diez de juego. El Bernabéu se enchufaba con el juego de los suyos. Entradas continuas por una y otra banda llevaban mucho peligro. James puso un caramelo a Marcelo que lo desvió Rico a córner. En ese mismo saque de esquina, Varane puso el 2-0. Morata, apenas un minuto después, se fabricó una jugada imperial que salvó de nuevo Sergio. Los de Sampaoli necesitaban una reacción rápida y la tuvieron. Iborra no aprovechó incomprensiblemente el rechace de la jugada de Correa para abrir la eliminatoria. Se comenzaba a plantear la eterna duda en el Real Madrid en un partido de ida con 2-0. ¿Ir a por más o guardar la portería a cero? Entre medias andaba la cosa cuando Vitolo volvió a fallar lo que nadie perdona ante Kiko Casilla. El encuentro seguía vivo y Mateu Lahoz decidió señalar un penalti que solamente él vio a favor del Madrid. James completaba la pena máxima poniendo el 3-0. Los merengues fueron superiores al Sevilla en todo momento, pero también los de Sampaoli perdonaron alguna muy clara. 

Con la eliminatoria favorable para los blancos, estos decidieron esperar y salir a la contra aprovechando los espacios que dejaban, cada vez más, los sevillistas. Un gol visitante cambiaba por completo el transcurso de la llave de octavos. Ambos equipos lo sabían y jugaban con eso. Ni Nasri conseguía canalizar el juego de los suyos. No se iluminaba el camino para los andaluces y eso lo agradecía el Real Madrid. Moría el juego con alguna más para los locales que pudieron rematar del todo, sin embargo, no se movió nada. Todo el pescado se vendió en la primera mitad.

Un Madrid sin la BBC, ni Ramos ni Pepe, encarriló la eliminatoria ante uno de los mejores equipos de la Liga. Los de Sampaoli estuvieron irreconocibles, aunque dispusieron de alguna clara para haber cambiado el rumbo. Los «secundarios» de Zidane funcionaron a la perfección. El Real Madrid suma ya 38 partidos consecutivos sin conocer la derrota. Justo hoy, se cumplió un año desde que Zizou asumiera el mando.

 

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91

Fotografías: Federico Titone @fedetitone