La concejala de Familia y Bienestar Social, Aurora Baza, ha presentado esta mañana los actos programados con motivo de la celebración el 20 de noviembre del Día Universal de la Infancia. Una fecha señalada por Naciones Unidas para recordar que los menores, además de ser frágiles, son personas necesitadas de protección y educación. Junto a ella han estado los representantes de la ong SED (Sociedad, Educación y Desarrollo) y del Centro Don Bosco, colaboradores en la organización de estos actos.

Aurora Baza ha señalado que desde el Ayuntamiento “nos comprometemos a seguir apoyando todas aquellas medidas que sirvan para proporcionar una infancia feliz de nuestros niños, niñas y adolescentes”. De ahí que la Concejalía de Familia y Bienestar Social hayan organizado una serie de actos para este fin de semana con motivo de la celebración el domingo del Día Internacional de la Infancia.

La concejala ha explicado que el viernes, 18 de noviembre, a las 12.00 horas y en la Plaza de San Marcelo, “tendremos la lectura de un manifiesto a cargo de alumnos del Colegio Carmelitas del Sagrado Corazón de 3º, 4º y 5º de Primaria, seguida de una suelta de globos”. Además, Aurora Baza añadió que este manifiesto se leerá en todas las actividades deportivas que se desarrollan durante el fin de semana en las Escuelas Deportivas Municipales. Por último, la concejala anunció que la fuente de Santo Domingo será iluminada de azul el domingo, utilizando el color de Unicef ya que León es ‘Ciudad amiga de la infancia’ desde 2014.

El sábado, 19 de noviembre (Plaza de la Catedral), el Centro Juvenil Don Bosco ha preparado diversos juegos entre las 11.30 y las 13.30 horas, como ha explicado Sandra Mateos. Mientras que Tamara Cabezas, de la ong SED (Sociedad, Educación y Desarrollo), indicó que el domingo, también en la Plaza de la Catedral, han organizado actividades a partir de las 17.00 horas. A esta hora comenzarán los juegos cooperativos, pintacaras y un cuentacuentos a cargo de Txirispita. A partir de las 18.00 horas, lectura de un manifiesto a favor de los niños del mundo y  suelta de globos solidaria para colaborar con la educación de niños de la calle en Honduras, al precio de 2 euros el globo.

Los derechos del niño

El 20 de noviembre es una fecha que recuerda que el menor no es solamente un ser frágil que necesita que se le proteja, sino también una persona que tiene derecho a ser educado y protegido dondequiera que haya nacido. El niño es una persona que tiene derecho a divertirse, a aprender y a expresarse. Tiene derecho a ir a la escuela, a recibir cuidados médicos y a alimentarse para garantizar su desarrollo en todos los aspectos.

La Declaración de los Derechos del Niño es un tratado internacional aprobado el 20 de noviembre de 1959 de manera unánime por todos los estados miembros que componían entonces la Organización de Naciones Unidas (ONU). A su vez está basada en la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del  Niño, del año 1924.

En 1989 se firmó  la Convención sobre los Derechos del Niño, cuyo texto fue aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas el 20 de noviembre de ese año y que entró en vigor el 2 de septiembre de 1990. Es el tratado internacional más ratificado de la historia, con 193 países. El Comité de los Derechos del Niño está formado por 18 expertos en derechos de la infancia procedentes de países y ordenamientos jurídicos diferentes.

Los 54 artículos que componen la Convención recogen los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de todos los niños, y es el primer instrumento internacional que reconoce a los niños como agentes sociales y como titulares activos de sus propios derechos. Su aplicación es obligación de los gobiernos, pero también define las obligaciones y responsabilidades de otros agentes como los padres, profesores, profesionales de la salud, investigadores y los propios niños y niñas.

Según explica Unicef, los Derechos del Niño se rigen por cuatro principios fundamentales:

  • Los niños no deben sufrir discriminación
  • El interés del niño debe ser lo más importante cuando se tomen decisiones que les afecte.
  • Todos los niños tienen derecho a la supervivencia y el desarrollo; esto incluye el derecho al Bienestar mental y físico.
  • Los niños tienen que expresar sus puntos de vista y siempre tienen que tomarse en consideración sus opiniones en los temas que les afecten.

La Convención sobre los Derechos del Niño es un texto importante porque consigue despertar la conciencia de todos sobre la realidad. Es a la vez un instrumento esencial para que se promueva el cambio de actitudes, y se alerte para la necesidad de prevenir problemas como el abuso sexual, los malos tratos, la explotación, el abandono y la falta de respeto a los derechos de la infancia.

Los derechos fundamentales son:

  1. El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.
  2. El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado de todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente, en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.
  3. El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
  4. El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y a desarrollarse en buena salud: con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, ciudadanos especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
  5. El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.
  6. El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia, o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas, conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.
  7. El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social y llegar a ser un miembro útil de la sociedad. El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación: dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres. El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deberán estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.
  8. El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.
  9. El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se lo dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o educación, o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
  10. El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.