La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, que ha inaugurado la jornada ‘Violencia de género y maltrato en personas mayores’, ha destacado la necesidad de dar visibilidad a una lacra social que se caracteriza por su invisibilidad y que sitúa a las mujeres mayores como uno de los eslabones más débiles y vulnerables, ya que, en la mayoría de las ocasiones, no solo no denuncian a su agresor, sino que no identifican el problema y no se consideran víctimas. El modelo de atención integral ‘Objetivo Violencia Cero’ también tiene como destinatarias a las personas mayores con medidas de sensibilización y educación, prevención, detección y atención, además de poner a disposición recursos específicos que cada vez son más utilizados por las personas mayores víctimas de violencia de género.

En la violencia contra las mujeres mayores, a la discriminación por género se añade el factor de la edad y se dan una serie de circunstancias específicas como que muchas de estas mujeres son víctimas de violencia de género desde hace muchos años; que ellas mismas, que se educaron en una sociedad donde la autoridad la ejercía el marido, no se consideran víctimas y asumen su situación dentro de la dinámica normal de su situación de pareja; que muchas dependen económicamente de sus maridos y de su pensión, lo que hace que vean inviable plantearse una separación y que, además, muchas de ellas, tras llevar años sufriendo situaciones de violencia y maltrato, se ven obligadas a ejercer de cuidadoras del marido maltratador.

En este sentido, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, que ha inaugurado la jornada ‘Violencia de género y maltrato en personas mayores’, organizada por la Fundación Mayores de Hoy en colaboración con la Junta, ha mostrado su deseo de que esta jornada contribuya a dar visibilidad a una lacra social, la de la violencia de género y el maltrato en personas mayores, que se caracteriza precisamente por su invisibilidad. Una lacra en la que las mujeres mayores, que no solo no suelen denunciar a su agresor sino que en muchos casos ni siquiera identifican el problema, son uno de los eslabones más débiles y más vulnerables.

La consejera, que ha valorado el papel destacado y fundamental que desarrollan las asociaciones de mujeres en este ámbito, se ha referido a que desde la Junta de Castilla y León se es consciente de esta realidad específica que exige un enfoque integral de la violencia de género, la coordinación de todos los agentes implicados en la lucha contra esta lacra social y medidas específicas y concretas para atender las necesidades de las personas mayores víctimas de la violencia de género.

Medidas específicas para mayores del modelo ‘Objetivo Violencia Cero’

Alicia García ha destacado que, en este sentido, el modelo integral de atención a las víctimas de violencia de género ‘Objetivo Violencia Cero’ contempla precisamente medidas específicas dirigidas a las personas mayores. En primer lugar, se ha establecido una prioridad de acceso a las residencias de personas mayores para las víctimas de violencia de género. Gracias a esta medida, en el año 2015 accedieron con prioridad cinco víctimas de violencia de género a plazas de residencias y, en lo que va de año 2016, ha accedido una.

Asimismo, y dada la importancia de la educación y sensibilización social, Castilla y León cuenta con el ‘Programa de promoción del asociacionismo de personas mayores en el ámbito rural’, que incluye como uno de sus objetivos prioritarios potenciar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres mayores en todos los ámbitos de participación y sensibilizar sobre la igualdad de trato y la tolerancia cero ante la violencia.

Junto a esto, es destacable la importancia de la teleasistencia para procurar una intervención rápida en situaciones de emergencia por violencia de género. En este sentido, la Junta de Castilla y León ha aportado 2,76 millones de euros, a través del Acuerdo Marco 2015-2016, para financiar a las corporaciones locales este servicio de teleasistencia.

Además, el modelo ‘Objetivo Violencia Cero’ cuenta con recursos específicos, como los centros de emergencia, el servicio de acompañamiento y orientación jurídica y social, y el servicio de apoyo psicológico, que cada vez son más utilizados por las personas mayores víctimas de violencia de género.

En el caso del acceso a centros de emergencia, de las mujeres que ingresaron en alguno de los tres centros de la comunidad en 2015 el 1,5 % eran mayores de 65 años, mientras que, en el primer semestre de 2016, ese porcentaje se ha incrementado al 4,62 %. En cuanto al servicio de acompañamiento y orientación jurídica y social, casi un 4 % de las mujeres atendidas en 2015 eran mayores de 65 años, mientras que, en el primer semestre de 2016, ese porcentaje ha ascendido a casi al 8 %. En relación al servicio de apoyo psicológico, 16 mujeres mayores de 65 años fueron atendidas durante todo el año 2015 y cinco en el primer semestre de 2016.

En Castilla y León hay más de 335.000 mujeres mayores de 65 años. A nivel nacional, aproximadamente el 16 % de las víctimas mortales por violencia de género son mayores de 65 años. En 2015, de las 60 mujeres asesinadas en España, nueve eran mayores de 65 años, ninguna de ellas en Castilla y León. De las 2300 mujeres inscritas en el Registro de Víctimas de la Comunidad, el 5 % son mayores de 65 años.