Un Madrid sin Bale ni Cristiano se presentaba en Cornellá con la nueva hornada de nuevo en el once inicial. Faltaba Morata que fue suplente pero Lucas Vázquez y Asensio fueron de la partida.

En la primera mitad hubo poco fútbol. Un Espanyol voluntarioso y peleón frente a un conjunto merengue que no fue capaz de darle fluidez al juego. El partido era trabado y espeso hasta que en el añadido, James hizo un ‘Juan Palomo’ para con un disparo ajustado poner la ventaja para su equipo. El colombiano respondió a la titularidad con un golazo de los suyos y abrió el camino de la victoria blanca, hoy morada.

Tras los insulsos primeros cuarenta y cinco minutos, la segunda mitad empezó más o menos igual. Tras diez minutos de intensa presión catalana, el Madrid se hizo con la pelota y tuvo el segundo en una volea de Benzema que despejó Diego López. Era apenas la única intervención del delantero francés. Pero a los setenta minutos, el mismo Karim aprovechó un centro de Lucas Vázquez para poner el segundo. Es como si hubiera visto a Morata despojándose del chándal, porque acto seguido ingresó a la cancha. De nuevo Modric ponía la pausa, la calma, lo que mandaba el partido era dormirlo y así lo hizo. No se rendía el Espanyol y Caicedo estuvo muy cerca de recortar distancias pero resolvió a mano cambiada Kiko Casilla. Fue solamente un arreón de los pericos, impotentes ante un Madrid que, sin hacer gran cosa, estaba venciendo por 0-2. Poquito más que contar en un partido feo y soso en el cual ninguno puso ni la cuarta marcha y al final se impuso la pegada.

Cuarta victoria del Real Madrid en liga que les permite mantener el liderato. En ningún momento forzó la máquina y ganó de manera asequible un partido que se antojaba más complicado. James sigue ofreciendo buen rendimiento e Isco también tuvo buenos minutos cuando le sustituyó. Cuatro de cuatro para Zidane.

 

Juan Lorenzana Prieto @juanlp91

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