La misma suerte corren la cunicultura, apicultura, porcino, avicultura, frutales, cereales, forrajes y lúpulo

La organización agraria ASAJA de León está en contra de que el cultivo del maíz no se considere un cultivo prioritario a la hora de establecer criterios de selección para las explotaciones que soliciten ayudas a planes de mejora o para los agricultores que soliciten las ayudas a la primera instalación, y denuncia que supone un agravio de consecuencias incalculables. Así se establece en la Resolución de la Dirección General de Competitividad  de la Industria Agroalimentaria y de la Empresa Agraria publicada hoy en el BOCYL. La provincia de León es la principal productora de maíz de España con una media de 70.000 hectáreas de cultivo cada año, y representa más del 55% del cultivo de toda la autonomía. Es inconcebible que no se considere prioritario un cultivo, el del maíz, que justifica la obra pública que se está ejecutando en la modernización del regadío; que se produce en León con una de las mayores eficiencias de Europa; y que además es un cultivo deficitario que obliga a importar cada año millones de toneladas para abastecer las necesidades de la cabaña ganadera. Otros sectores que la Junta no considera estratégicos son la cunicultura – inmersa en una larga y dura crisis-, la apicultura – sector en franca expansión en la provincia-, el porcino de capa blanca – el que más éxito está teniendo en la exportación y consecuencia de ello en crecimiento en toda Castilla y León-, los cereales – principal cultivo en las zonas de secano-  los forrajes,  los frutales –de evidente importancia en El Bierzo-, y el lúpulo – cultivo que se produce en León y que desconocen en Valladolid-. Las explotaciones con cultivos “no prioritarios” a los ojos de la Junta, tienen 7 puntos menos en la baremación de los criterios de selección de los expedientes.

ASAJA denuncia que la desidia política y administrativa está llevando a que, un año después de cerrarse la convocatoria de estas ayudas de Planes de Mejora de Explotaciones e Incorporación de Jóvenes al campo del nuevo PDR, no se hayan resuelto los 500 expedientes presentados en la provincia, ni exista el compromiso de una fecha para resolverlos, lo que está frenando la inversión en el sector agrario y ahogando económicamente a cientos de familias. Además, tampoco se está actuando con diligencia en la certificación y pago de expedientes de estas líneas de ayudas  tramitadas al amparo de las  medias de apoyo del anterior Programa de Desarrollo Rural, lo que lleva a que desde que un joven solicita una ayuda, hasta que la cobra, pase una media de más de tres años.