El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy el IV Plan de Salud de Castilla y León, un documento de referencia que profundiza en el cambio organizativo necesario para adaptarse a las nuevas necesidades de los pacientes, cada vez más activos, mejor informados y exigentes, que requiere una adecuada atención en el sistema de salud y la sincronización con los servicios sociales. El Plan gira en torno a cinco áreas de intervención, con 26 objetivos generales, 85 objetivos específicos y la puesta en marcha de 340 medidas que marcarán las prioridades de la Sanidad de Castilla y León.
Con el horizonte puesto en el año 2020, el IV Plan de Salud, cuya financiación total asciende a 4.969 millones de euros, trabaja en torno a cinco áreas de intervención con 26 objetivos generales, 85 objetivos específicos y el desarrollo de 340 medidas. Un completo programa cuya finalidad esencial es marcar las prioridades reales de la sanidad de Castilla y León y difundirlas entre la población.
Las cinco áreas en torno a las que gira el documento son: equidad y salud en todas las políticas; proteger la salud frente a riesgos de origen ambiental y alimentarios; promover estilos de vida saludable y potenciar la seguridad frente a las lesiones; disminuir la carga de enfermedad, y reorientar el Servicio de Salud hacia un atención integrada y una responsabilidad compartida.
Cumpliendo con la finalidad de cada una de estas áreas, la misión de este IV Plan de Salud es hacer efectivo el derecho a la protección de la salud de la población, y por eso el lema escogido para su presentación es el de “aumentar las oportunidades para que las personas de Castilla y León alcancen su mayor potencial de salud”.
Así, en el área de la prevención y de la salud pública, el primer objetivo es el de mejorar el conocimiento sobre los determinantes sociales y la equidad en salud, así como impulsar desde la Administración políticas públicas con mayor impacto en estos determinantes sociales. También se fomentará la participación de los ciudadanos en las políticas públicas de salud, a través de iniciativas permanentes en el Portal de Salud con acceso y utilización de datos abiertos.
Se promoverá también la protección y el uso sostenible de los recursos ambientales, se tratará de controlar la calidad del aire para evitar o disminuir sus repercusiones sobre la salud y se trabajará para mejorar la salubridad y la calidad de las aguas de consumo y de recreo. Asimismo, se incrementará el conocimiento sobre riesgos medioambientales a través de la comunicación, la educación y la investigación. También se desarrollarán vías para facilitar a la población un mayor acceso a opciones de vías saludables, con medidas dirigidas tanto a la población infantil y juvenil como a la población adulta.
En cuanto a la atención sanitaria, y enmarcado en el área de disminuir la carga de la enfermedad, uno de los objetivos prioritarios es el de progresar en el proceso de atención a las personas con enfermedad crónica, proporcionando una atención integral a los pacientes crónicos pluripatológicos complejos y potenciando el desarrollo de las competencias de los profesionales para la atención de estos pacientes.
En este sentido, se intensificará el trabajo para mantener a los pacientes en su domicilio garantizando los cuidados adecuados. También se promoverá la implantación del proceso integrado de atención al paciente crónico pluripatológico en las residencias de personas mayores y se fomentará la participación de pacientes y cuidadores en el uso seguro de la medicación.
Se trabajará para seguir reduciendo la mortalidad por cáncer y mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos en Castilla y León, así como para avanzar en la atención a las personas con enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Además, se tratará de reducir la morbilidad y mortalidad por enfermedad obstructiva crónica (EPOC) y de mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En el periodo de tiempo de vigencia del IV Plan de Salud se implantará un modelo de atención para dar una respuesta ordenada y uniforme a las enfermedades poco frecuentes o raras a través de medidas que permitan avanzar en el mejor conocimiento, atención, coordinación e investigación de las mismas. Para ello se identificarán unidades asistenciales con mayor experiencia en las principales enfermedades poco frecuentes o raras y se establecerán procedimientos de coordinación entre los diferentes niveles asistenciales y con los centros, servicios y unidades de referencia.
Por último, enmarcado en el camino hacia un nuevo modelo de atención sanitaria, se buscará garantizar la calidad, potenciar el buen gobierno y la participación de los profesionales en el cambio del sistema. Se asegurará, asimismo, la integración asistencial y social en los procesos de atención a pacientes y se avanzará, reduciendo actuaciones de riesgo que no aportan valor, en la seguridad del pacientes.