Spain s Alvaro Morata left celebrates after scoring his team s third goal during the Euro 2016 Group D soccer match between Spain and Turkey at the Allianz Riviera stadium in Nice France Friday June 17 2016 AP Photo Manu Fernandez

Spain s Alvaro Morata  left  celebrates after scoring his team s third goal during the Euro 2016 Group D soccer match between Spain and Turkey at the Allianz Riviera stadium in Nice  France  Friday  June 17  2016   AP Photo Manu Fernandez

El país sonríe al ritmo que marca el combinado nacional. España se ha metido en Octavos tras un partido de los de antes, de la España olvidada, de aquella que hizo enmudecer al mundo, aquella que provocó que muchos, se volvieran a enamorar de este maravilloso deporte.

España nos volvió a deleitar con su gran fútbol, ese que ha estado guardado durante algunos años y, ahora mismo, todo un país sueña con volver a repetir la gesta de ganar la Eurocopa. Bajo la dirección de Don Andrés Iniesta, suena una orquesta rejuvenecida y perfectamente afinada.

La selección jugó a un ritmo que hacía tiempo no se recordaba, pases al hueco, paredes y todo tipo de trazos dieron color a este maravilloso cuadro. Una obra de arte más de ese pintor, de ese mago del pincel que acaricia la pelota como si estuviera acunando un bebé. El prestidigitador dirige con sencillez y maestría a sus muchachos.

Nolito y Morata, este último con un doblete, volvieron a demostrar que nada tienen que envidiar a ningún delantero de otro combinado. El de la Juve volvió a aparecer con una peinada suave pero precisa que se coló en el fondo de la red. Era la apertura hacia la majestuosidad, hacia la vuelta de un Imperio que nunca se debió ir, hacia la renovada esperanza del pueblo español. Todo el país vuelve a estar unido por una causa, la tercera Eurocopa consecutiva, y no solo eso, sino que es en Francia. No hay nada más bonito que una victoria de tu país en casa del eterno enemigo.

Don Andrés volvió a gritar a la UEFA su presencia en el once de gala y a la Fifa, por el Balón de Oro que jamás le darán. Un hombre sencillo, humilde, de Fuentealbilla, sin peinados extravagantes en Instagram y con una pausa innata, tanto en el habla como con la pelota. Don Andrés reapareció para hacernos disfrutar, de nuevo, con España.

Francia, España ha vuelto.

Juan Lorenzana Prieto