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La caída de las cotizaciones en los mercados internacionales del la urea y del nitrato amónico cálcico, utilizados en la agricultura, supondrá en las próximas semanas un alivio para los bolsillos de los agricultores leoneses, cuando tienen que hacer acopio de este insumo para sus cultivos de primavera. Estos días, con gran retraso respecto a la época habitual, se comienza a incorporar el abono nitrogenado a los cultivos de maíz, remolacha y patatas, entre otros, en aproximadamente 80.000 hectáreas, con un volumen de compras de unas 64.000 toneladas, y un precio de mercado, al día de hoy,  de 12,8 millones de euros (más el IVA del 10%). En los últimos seis meses los precios han caído un 23%, suponiendo un ahorro para el bolsillo de los agricultores del regadío de León de 3,8 millones de euros.

Hoy, en los almacenes de las comarcas agrícolas de la provincia de León, se compra abono nitrogenado del 27% a 200 euros tonelada, con tendencia a bajar, unos precios similares a los que, para el mercado alemán, recoge en su información de mercados de materias primas la empresa  de dicho país AMI (Información de Mercados Agrarios).

Esta es la única noticia positiva que por ahora están recibiendo los agricultores del regadío leonés, mayoritariamente productores de maíz, que verán mermados sus ingresos en más del 40 por ciento por los retrasos en las siembras y los efectos de la plaga del gusano gris, a la vez que están teniendo más costes en labores y tratamientos. Algunos analistas se atreven a vaticinar precios alcistas para el maíz en los próximos meses, pero sus argumentos son, por ahora, poco sólidos, por lo que habrá que esperar acontecimientos. Todos los cereales, incluido el maíz, llevan muchos meses estancados en mínimos.