Hay tres personas investigadas tras haberse detectado la venta fraudulenta de cinco cachorros. Han aparecido hasta el momento casos en Valencia, Teruel, Barcelona, León y Cantabria.
El SEPRONA de la Guardia Civil ha investigado a tres personas como presuntas autoras, en distinto grado de autoría, de los delitos de estafa, falsedad documental e intrusismo. Están implicados un comercial del sector en Ávila, así como el responsable de un criadero de perros y un particular, ambos de Burgos.
La investigación se remonta a junio de 2015, cuando una vecina de Valencia, denunciaba haber adquirido a través de Internet un cachorro de raza Caniche Toy, provisto de L.O.E. (Libro de Orígenes Español); una vez entregado el animal éste parecía no reunir el estándar de pura raza.
Las pesquisas practicadas arrojaron a la luz que la compra se había gestionado a través de un comercial del sector ubicado en Ávila, si bien la entrega del can se consumó en un centro de cría burgalés.
Con la colaboración de la Asociación Canina Nacional, se practicó un estudio morfológico del animal, que responde al nombre Coco, verificándose las sospechas de la perjudicada, ya que el can no cumplía con los estándares de la raza.
A través de la Real Sociedad Canina Española (R.S.C.E.) se ha constatado que habían sido dadas de alta cuatro camadas de una madre con documento L.O.E. -conocido como pedigrí- que no se correspondía con la progenitora real. Entre los cachorros acreditados estaba el adquirido desde Valencia.
Adicionalmente se obtuvo que el animal llevaba implantado el obligatorio microchip, labor propia y exclusiva de un veterinario, si bien en esta ocasión fue realizada por el criador, que carecía de titulación.
Se ha confirmado que el can con LOE fraudulento fue vendido al criador por un particular no profesional residente en Burgos, conocido del SEPRONA por reincidencia, al que le constan 800 inscripciones de cachorros en la R.S.C.E.
El resultado de la Operación COCOTOY es de tres personas investigadas, H.M.T. (33), D.F.M. (26), D.L.N. (44), y tres inspecciones administrativas practicadas a un centro de cría en Burgos.
Otros cuatro animales habrían sido vendidos en las mismas condiciones, oscilando su precio entre los 300 y 900 euros. Además de en Valencia se han detectado casos similares en Barcelona, Teruel, León y Cantabria.
La investigación ha sido coordinada por el SEPRONA de Burgos y dirigida por el Juzgado de Instrucción Nº 4 de esta ciudad.
Recomendaciones
La opción más recomendada es la adopción o acogida de canes en asociaciones protectoras de animales.
Para garantizar una compra segura por internet, se debe comprobar que el perro se adquiere con licencia, que los criadores son profesionales especializados y reconocidos del sector y, por supuesto, pactar unas condiciones de venta que garanticen su bienestar.
No olvidar solicitar la cartilla sanitaria oficial, donde conste toda la información posible sobre el perro como: raza, pedigrí, vacunas que se han aplicado y estado de desparasitación; deben figurar los sellos de las clínicas veterinarias y el número del facultativo correspondiente.
Adquirir a precios más baratos puede deberse a que los animales sean de procedencia ilícita, estén enfermos o carezcan de pedigrí (L.O.E.).
El perro debe permanecer con la madre, como mínimo, hasta los dos meses de edad; en caso contrario pueden aflorar problemas de salud y de comportamiento.
Nunca está de más realizar un chequeo veterinario posterior para comprobar que su estado de salud es el adecuado.